“PENSAR LIBREMENTE NO ES DECIR CUALQUIER COSA” (Gilles Lipovetsky)
Pensar libremente es el derecho que tenemos las personas de pensar por nosotros mismos, definición que Kant le daba a la “individualidad” en el espíritu de las luces. Pero, ¿cómo pensar por uno mismo?
Estamos en una sociedad en la que la mayoría de las personas piensan por conformismo, es decir, por que la sociedad lo pide, lo que no es igual a pensar por uno mismo. Pensar por uno mismo es lo que se conoce por “espíritu crítico”. Es muy fácil aceptar afirmaciones de distintas fuentes sin contrastarlas, sin investigarlas, sin analizarlas ni examinarlas y, de hecho, es lo que hace gran parte de la sociedad.
Desde la escuela se debe incentivar al alumnado a contrastar la información de las RR. SS., por ejemplo, con fuentes fidedignas. Se debe invitar a los alumnos a investigar sobre las afirmaciones que se leen y se escuchan a diario, a analizarlas y examinarlas. Se debe enseñar desde pequeños a los niños que no todas las fuentes de información son fiables, que no debemos creer todo lo que llega a nuestros oídos sin haberlo investigado anteriormente.
Sólo así podremos desarrollar el espíritu crítico de los alumnos para que en un futuro puedan crear, tener ideas, pensar por si mismos. Sólo así podrán pensar libremente.

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